jueves, 28 de agosto de 2014

Animales en el circo... / For a circus without animals...

Los felinos son unos animales maravillosos, desde los flojos o traviesos gatos caseros, pasando por los escurridizos gatos monteses, los salvajes de tamaño mediano y hasta los más grandes y majestuosos leones y tigres de bengala… Son animales extraordinarios, bellos, atrayentes… Son letales cuando están en su habitad natural, salvajes, feroces, indomables…


Los seres humanos somos maravillosos también, somos organismos perfectamente diseñados para sobrevivir y nos adaptamos a cualquier condición de vida en este planeta que alguna vez fue salvaje y desconocido, a diferencia de los animales, nosotros los humanos, con el paso de los años hemos conquistado este planeta y lo hemos transformado. Somos la maravilla de la creación, el más alto escalón en la cadena alimenticia y evolutiva por nuestra inteligencia y razonamiento (o al menos, eso creemos. Creemos que tememos conciencia).

Pero también somos egoístas y desconsiderados. Todos lo somos, ¿a caso no queremos siempre lo mejor para nosotros? ¿Para nuestras familias? Somos malditamente egoístas…  No quiero generalizar, pero me es difícil, por que incluso yo que intento ver más allá de mi nariz, siempre intento conseguir lo que quiero…

¿Y a que viene todo esto? ¿Qué tiene que ver el primer párrafo con el segundo y el tercero? Bueno, lo que pasa, es que ayer me invitaron  al circo…

No tenia muchas ganas de ir, pero mis hijos estaban rebosando de emoción y anticipación, era un circo pequeño, ubicado en un terreno de aproximadamente de 5,000 metros cuadrados, que es un espacio relativamente pequeño para un circo.  Tenían algunos animales a la vista,  y no voy a mentir diciendo que estaban golpeados y maltratados, no, se veían bien, peludos y gordos. Había varias carpas, una con suvenires y comida y la principal para el espectáculo.

Tengo que admitir que me gusta el circo, me gusta ver a los acróbatas y a los bailarines, a los payasos e incluso al hombre bala, es emocionante ver como mueven sus cuerpos y vuelan por el escenario, con esas ropas brillantes y llamativas, te hacen reír, te hacen suspirar, te hacen sentir emoción, ellos, los actores del circo, se divierten con su trabajo, lo disfrutan, de eso viven. Pero no estoy segura de cuanto de hacer un espectáculo disfrutan los animales.

Y una vez mas, aquí tengo que admitir que tengo sentimientos encontrados, mi egoísmo sale a flote por un momento y me dice: ¿Dónde mas, aparte de un circo, voy a tener la oportunidad de ver un tigre de bengala así se cerquitas? ¿Podre tomarme una foto con el? ¿Podre tocarlo? Por que créanme, estaba a 5 metros del los tigres. Es por eso que lo vi tan claro. Es por eso que mi corazón egoísta se estrujo y dolió cuando sus ojos se encontraron con los míos…

El ring del circo estaba enjaulado, dentro había varios bancos y cosas así, en la entrada de la enorme jaula estaban las jaulas pequeñas con los tigres adentro, dos tigres por jaula, dos.tigres.por.jaula, captan eso?

Los tigres son animales muy territoriales y solitarios cazadores, que requieren de una gran cantidad de terreno como hábitat para recorrerlo y vivir de acuerdo a sus demandas de alimento y apareamiento: si es un macho, necesita de un espacio de 60-100 km2, y 20km2 si es hembra. Pero aquí estaban dos tigres en una jaula del tamaño de mi baño.


Vale, los dejaron entrar, creo que eran seis en total, no estoy segura por que para ser sincera, desde que ese tigre enorme salió de su pequeña jaula, entro al ring y se fue a sentar justo enfrente de mi, no pude quitarle los ojos de encima, era hermoso, enorme, mucho mas grande que yo, su cabeza era la mas grande de todos los tigres del lugar, así que asumo que era el mas grande y viejo de todos, y con viejo no se si sea viejo, mas bien me refiero a que era el de mayor edad. Escuche su nombre, el “entrenador” lo llamaba Samurái. El tigre hizo todo lo que le pedían con un aburrimiento enorme, con una monotonía, con una pesadez…

Tengo un gato en casa, es una gata, se llama Tótem, y es floja, y es una consentida,  y conozco sus maullidos, conozco sus gestos, conozco sus miradas, la posición de su cuerpo cuando es feliz, se cuando se siente juguetona, cuando quiere que la mime, cuando quiere que la alimente, cuando quiere salir de la casa, cuando quiere entrar otra vez, se cuando esta asustada, cuando tiene miedo… Ayer vi a Samurái, lo vi en serio, y el no disfruta de su “trabajo” en el circo, lo hace por que lo tiene que hacer, lo hace por que esa es la vida que conoce, ¿me pregunto si alguna vez ha sido libre? ¿Habrá nacido en cautiverio? En esa jaula pude ver a seis tigres diferentes, y solo con verlos puedo decir cual es el mas joven, cual es hembra y cual es macho. Todos eran hermosos, todos tenían un pelaje brillante y estaban bien alimentados, no tenían huellas de maltrato. Pero realmente, una buena alimentación y cuidado no es suficiente para ellos.

En un momento el tigre miro a su alrededor y he de aclarar que el circo estaba casi vacio por la hora, mis ojos que no lo habían dejado ni un momento se encontraron con los suyos, era una mirada triste, resignada, y partió mi corazón…

Si alguna vez viera esa mirada en el rostro de Tótem, yo sabría que hacer, sabría como hacerla feliz, pero, ¿Cómo haces feliz a un tigre de 300 kilos?.


Tengo que contarles algo acerca de Tótem, ella era una gatita abandonada y sin hogar, mi hermana Jenny, en contra de los deseos de medio mundo, la recogió y la adopto, la vacuno, la baño y la esterilizo, la llevo a su casa y la cuido, Tótem llevaba una vida feliz con mi hermana, pero en cierto punto (no tengo idea que paso) Jenny ya no pudo tener a Tótem en su departamento y la trajo a casa, se que el tiempo que ella vivió con mi hermana fue feliz, era mimada y consentida, pero vivía encerrada, en el departamento, con su caja de arena, su agua y su comida, dormía en la cama de mi hermana, se subía a todos sus muebles, vivía en su mundo. Cuando Jenny trajo a Tótem a casa, la dejo en su cuarto, pero a diferencia de cuando estaban en el departamento, Jenny nunca estaba en casa. Así que mi mama dejo salir a Tótem del cuarto, le abrió la puerta y le dio libertad, ¿que hizo Tótem? Se escondió debajo de la cama. Sip, le tenia miedo a todo, a todos, no salía ni a jugar con el cachorro que se la pasaba rogándole que jugara con el. Con el paso del tiempo, Tótem comenzó a confiar en nosotros y en salir del cuarto, a pasear por la casa, a jugar con el perro, a jugar con los niños, a maullar cuando quería algo. Después incluso la dejamos salir de la casa (sorry Jenny, pero si, la dejamos salir de la casa). Vivimos en una especie de quinta, es una casa grande rodeada de arboles y arbustos, alejada de las calles y sin vecinos que se quejen por el ruido del perro o por un gato. Así que cuando Tótem salió por primera vez, fue increíble verla descubrir el mundo fuera de la casa. Ya ha pasado algún tiempo de eso, y ella es feliz, entra y sale de la casa a su gusto, ha conquistado el terreno que le era extraño, se ha convertido en la compañera de carreras y juegos del perro y en la gatita de compañía de las mujeres de la casa.

¿Me salí del tema de nuevo? No exactamente, solo me pregunto en como reaccionaria un tigre dejado en libertad después de años de vivir en un circo…

Los tigres no hicieron mas esa noche, fue un corto tiempo en el que saltaron de un lugar a otro y se fueron, después el espectáculo constaba de los artistas haciendo sus actos, y en el medio tiempo aparecieron cuatro mini caballos blancos trotando en la pista. Después el resto de los animales desfilaron por la pista y los sacaron. Fue todo.

Mis hijos estaba encantados, Lila se enamoro de los caballos, ¿y quien no?, no se de nadie que no ame a los caballos. Alek y mi sobrino Emmanuel estaban emocionadísimos por el hombre que salió disparado de un cañón. Para ser sincera, a los niños les gusta ver animales, pero les gusta tanto o mucho mas, ver a los acróbatas volar por los aires. Tengo que recordar llevarlos al Cirque Du Soleil o al Slava's Snowshow, que son circos sin animales y con un espectáculo sano y de calidad, o al menos eso creo.

Conclusión: Posiblemente, yo jamás tenga la oportunidad de ir a ver un tigre o un león en su ambiente natural, pero eso no significa que por causa de mi egoísmo quiera que un felino viva encerrado en una jaula y salga solo los 20 minutos que dura un show para poder verlo de cerca. Quisiera que los circos dejaran de tener animales de ese tipo, hay que respetar la naturaleza, hay que respetar el lugar que se nos dio en este mundo. Y los animales salvajes tienen su lugar en la selva, en la jungla, en la sabana africana, no en una jaula. Me gustan los circos, pero creo que se puede hacer un espectáculo asombroso sin la necesidad de violar los derechos de los animales.

Ahora, los invito a visitar las siguientes paginas, para hacer conciencia acerca de los animales en el circo: 

http://www.circos.org/  
http://www.circos.org/p/1384/felinos_tigres_y_leones
http://www.change.org/p/m%C3%A9xico-iniciativa-circos-sin-animales
https://www.google.com.mx/search?q=mexico,+por+un+circo+sin+animales&espv=2&tbm=isch&tbo=u&source=univ&sa=X&ei=3jH_U92cDIKxiwKJ7ICABg&ved=0CDYQsAQ&biw=1152&bih=749

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